Primero se murieron los peces, pero no me importó porque yo no era pez.
Luego se murieron los pájaros, pero tampoco me importó porque yo no era pájaro.
Enseguida se murieron los árboles, pero como no era árbol tampoco me importó.
Después empezó a morir la gente, pero como no eran familiares míos guardé silencio.
Ahora el que muero soy yo… ¡pero ya es tarde!
Inspirado en el libro “La primavera silenciosa” de Rachel Carson y en una noticia
sobre el río más contaminado de México.