Objetividad, subjetividad e intersubjetividad: hablan los escépticos.

corriente 6 años, 11 meses atrás Artículo Comentarios

Hernán Toro, miembro del grupo Escépticos Colombia, escribió: "quien cae de cabeza sobre el concreto desde cien metros de altura muere irremisiblemente. Invito a cualquier relativista epistemológico a que trate él mismo de refutar esta afirmación. Hechos universales como éste se llaman "objetivos".

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"El conocimiento racional objetivo como algo que se impone de manera incontestable fuera de mí no existe."

"El cristianismo a través de toda su larga historia y hoy por hoy, pone hechos incontestables."

"Los hechos se imponen por sí mismos señor Rodas." 1

En las últimas décadas se ha puesto de moda una corriente filosófica llamada "postmodernismo" sus proponentes defienden un relativismo cognitivo extremo, que se enmarca en afirmaciones como las siguientes:

"No existen hechos objetivos sino interpretaciones 'intersubjetivas' de la realidad."

"Los conceptos científicos son influidos profundamente por la subjetividad de los científicos."

"La ciencia no es más que un mito moderno tan válido como la mitología de cualquier tribu."

"Las leyes físicas no son más que un constructo social, como las leyes del Béisbol."

La ciencia es sólo un constructo social enmarcado en la Teoría de la Acción Comunicativa de Jürgen Habermass."

"La ciencia es sólo un cambio errático de paradigmas, al vaivén de las opiniones de los científicos, como señaló Thomas Kuhn."

Tanto se repiten estas ideas en círculos humanistas poco rigurosos, que muchos intelectuales tragan carnada, hilo y plomada. Así, el presbítero Carlos Novoa, atacando un artículo sobre los valores del Humanismo Secular, propone:

"El conocimiento racional objetivo como algo que se impone de manera incontestable fuera de mí no existe, ya que las ciencias y todo saber, son una construcción creativa del sujeto personal y social en relación con sus congéneres y con su entorno. En toda comprensión humana hacen presencia los intereses del sujeto cognoscente, luego la ciencia es tremendamente relativa (...) a estos intereses subjetivos y a su necesaria contingencia, ya que todo lo humano es limitado y falible (...) Los paradigmas de hace 100 o 50 años de estos saberes hoy se hallan superados, y los actuales seguramente serán revaluados en el futuro (...). De acá el carácter bastante inestable y gelatinoso de lo científico racional (...). Por todo esto no se puede hablar de una ética o ciencia objetivas, de facto, solo nos queda reconocer que estamos en manos de los vaivenes de la investigación, los consensos evolutivos de la comunidad científica y los consensos éticos mínimos nacionales y mundiales, de los cuales debemos ser sujetos todas las mujeres y hombres de la tierra." 2

¿Es cierto? ¿No hay hechos racionales objetivos? ¿El conocimiento científico sólo es un "constructo social" sin relación con el mundo exterior? Para responder, hay que partir de algunas premisas comunes basadas en la regularidad de las percepciones.

Aunque no se puede demostrar, es confiable suponer que existe un mundo exterior a nosotros con personas que moran en él. Quienes lo niegan y creen que su experiencia de los otros es sólo una creación de su imaginación se llaman "solipsistas" y generalmente se encuentran en los hospitales psiquiátricos.

Los sanos mentales aceptamos que hay una realidad externa poblada por nuestros semejantes que nos genera experiencias sensoriales subjetivas que nos permiten conocerla. Este axioma tampoco se puede demostrar lógicamente: es un principio razonable basado en la regularidad de nuestras percepciones que ninguna persona sana niega. La navaja de Occam nos permite aceptar esta postura.

Al aceptar que nuestros sentidos brindan información válida de la realidad y de las experiencias de nuestros congéneres, encontramos experiencias universales. Por ejemplo, quien cae de cabeza sobre el concreto desde cien metros de altura muere irremisiblemente. Invito a cualquier relativista epistemológico a que trate él mismo de refutar esta afirmación. Hechos universales como éste se llaman "objetivos". Los postmodernos los llaman "intersubjetivos" por cierto prurito contra la "objetividad"; como les encanta el "todo vale" se rehúsan a usar este término pero la realidad es tozuda: aunque no lo quieran, hay hechos externos irrefutables.

La negación esnobista del conocimiento objetivo es tan insostenible en la práctica que sus proponentes se contradicen a cada instante: basta ver las citas que abren este artículo. Son del mismo autor en el mismo escrito. Inicialmente niega el "conocimiento objetivo como algo que se imponga incontestablemente" desde el exterior, pero líneas después lo traiciona su inconsciente y pontifica "hechos incontestables" que "se imponen por sí mismos". Él mismo es la muestra de que negar la objetividad es psicológicamente insostenible. Richard Dawkins lo expuso de forma diáfana: "Muéstrenme un relativista cultural a 9.000 metros de altura y yo les mostraré a un hipócrita".

Sólo un sofista cínico sería capaz de negar el hecho objetivo de que millones de personas en el mundo aguantan hambre, o que decenas de miles de colombianos han muerto por nuestro conflicto armado, o que Álvaro Uribe respaldó una guerra de agresión estadounidense que ha matado más de 50.000 civiles iraquíes. Como dice Novoa, "Los hechos se imponen por sí mismos". Sería inhumano negar la realidad objetiva del hambre y la violencia en el mundo.

Negar la objetividad científica se basa en tres errores: Primero, la caricaturización de lo gradual de la certeza científica. Segundo: incomprensión de su naturaleza autocorrectora. Tercero: ignorancia de la dirección de los cambios de paradigma. Esto se explica a continuación.

En primer lugar, la certeza de una proposición científica es un valor continuo que, en la práctica, va desde la certeza absoluta hasta una duda absoluta. Algunas ideas están tan bien establecidas que dudar de ellas sería delirio. Así, ningún descubrimiento futuro cambiará el hecho de que "la tierra no es plana". Otras ideas son más dudosas. Hay muy buenos hallazgos para respaldar que "Homo sapiens evolucionó de Australopithecus afarensis" pero nueva evidencia podría catalogar a ésta última como una línea colateral. Otras ideas están abiertas: aunque es concebible la vida en otros planetas, no hay evidencias suficientes para confirmar que "hay civilizaciones extraterrestres en la vía láctea"; tal vez en un futuro cercano se pueda dilucidar. Que la ciencia sea provisional en sus modelos teóricos no impide que incluya verdades objetivas como las señaladas previamente. Que nuevos datos descarten algunas afirmaciones no implica que todo lo que sabemos vaya a ser refutado. Hay hechos objetivos que no cambiarán.

El segundo error consiste en creer que, como las comunidades científicas son afectadas por factores subjetivos o sociales, entonces sus resultados también lo son. Esto es un craso error: la subjetividad humana y la influencia cultural sobre un científico influyen en la dirección en la que se investiga, pero no en el resultado de los experimentos. Si un país decide invertir en industria espacial y otro en energías limpias, los resultados obtenidos por ambos serían contrastables en cualquier otro país que repitiera los experimentos. Incluso factores personales como el aprecio de un científico por su teoría hasta el punto de falsificar evidencia, no hace que todos los científicos del mundo hagan lo mismo. Así, el fraude de "El Hombre de Piltdown" perpetrado en parte posiblemente por Teilhard de Chardin (5) fue corregido por científicos evolutivos. Ninguna motivación personal o influencia social cambiará el hecho de que la tierra no es plana.

El tercer error es típico de quien no está en la actividad científica. Los cambios de teorías de una rama de la ciencia no son consensos subjetivos o "intersubjetivos" que se muevan al vaivén del capricho de los investigadores como plumas al viento. Un cambio de paradigma no refuta completamente a la teoría anterior sino lo contrario: el nuevo paradigma tiene que incluir como caso particular a la teoría previa. Así, la Teoría General de la Relatividad de Einstein explica con más precisión todos los fenómenos de la Teoría de la Gravitación Universal de Newton y ésta se deduce de la primera si se hace que la relación entre la velocidad de los móviles y la de la luz tienda a cero. La Síntesis Evolutiva Moderna de Morgan, Fisher, Dobzhansky y otros incluye como casos particulares a la Teoría de la Evolución de las Especies de Darwin y a la Teoría Genética de Mendel. La Moderna Teoría de la Tectónica de Placas incluye como caso particular la Deriva Continental de Wegener.

Cada nuevo paradigma no es una refutación del anterior sino una generalización, un refinamiento, una profundización. Es un despropósito tildar a la ciencia de "inestable y gelatinosa" por ignorar que la imprecisión de los modelos científicos se aproxima asintóticamente a cero a medida que se cambian paradigmas. De hecho, los paradigmas previos son tan válidos que se usan en la cotidianidad: ningún arquitecto usa la mecánica cuántica para planear la construcción de un edificio. Las trayectorias de las sondas espaciales no se calculan con la Relatividad General de Einstein, sino con la Gravitación Universal de Newton. Actualmente se pueden ver fotos de los anillos de Saturno (6), de los desiertos Marcianos (7), y de los lagos de metano líquido en Titán (8), gracias a la "superada" teoría de Newton.

No importan los malabares filosóficos para desviar la vista; no importan cuántas palabras se inventen los sofistas posmodernos para ignorarla; la realidad obstinada con sus hechos objetivos "incontestables" seguirán existiendo y acuciándonos, querámoslo o no. Negar esto implica negar la objetividad del sufrimiento humano: dudosa guía espiritual puede ofrecer quien niegue la realidad objetiva de hambrunas, masacres, genocidios, guerras de exterminio y demás injusticias que nos agobian como especie.

Imagen: Escépticos Colombia (http://www.escepticoscolombia.org/)

Notas:
(1) Novoa, Carlos. SJ.
"Respuesta al artículo 'La Moral del Humanismo Secular' ", párrafo5.

(2) Ibid, párrafo16.

(3) Ibid, último párrafo.

(4) Ibid, texto disperso en el artículo.

(5) Stephen J. Gould, en "El Pulgar del Panda" defiende la tesis de que Teilhard de Chardin estuvo implicado en la autoría intelectual del fraude de Piltdown.

(6) Se pueden ver espectaculares imágenes de Saturno en la página de Ciclops, de la NASA.

(7) Las fotos de los panoramas marcianos vistos por los exploradores robóticos "Spirit" y "Opportunity", se encuentran en esta página del
Laboratorio de Propulsión a Chorro en la NASA.

(8) Ver esta nota de prensa en la página de la Sonda Cassini, de la NASA.

Hernán Toro es ingeniero electrónico, especialista en didáctica de la ciencia, docente universitario en el área de matemáticas para ingeniería. Es fundador y miembro del comité editorial de Escépticos Colombia.

1 Novoa, Carlos. SJ. "Respuesta al artículo 'La Moral del Humanismo Secular' ", párrafo 5, 16 y último párrafo.

2 Ibid.

22/03/07| Por: el confesor