Viendo publicaciones de la categoría Poema
La pantalla por un cielo con estrellas
Cada meme por un meteorito en la noche
Las redes sociales por una red para pescar
Todas las noches de chat por las Mil y una noches árabes
El teclado táctil por la lámpara de Aladino
Y cada video por tres deseos
Lo que buscas en Google por jugar a las escondidas
Mil youtubers por Shakespeare o por Góngora y Argote
Un grupo de Whatsapp por una fogata junto al mar
La lista de contactos por nuestro contacto
Tu mejor juego de rol por correr bajo la lluvia
Cada like por un beso
Cada selfie por una mirada de amor
La memoria con archivos por revivir tus mejores momentos
Una cadena en la red por una ajorca en tu tobillo
Tus bitcoins por el tesoro del pirata Morgan
Lo que no sabe Wikipedia por lo que enseña la naturaleza
Las imágenes de Pinterest por las pirámides de Yucatán
Cualquier viaje en Internet por el retorno a Ítaca
TODO TE LO CAMBIARÍA
Y MUCHO MÁS,
SI TAN SÓLO PUDIERA
SOLTAR
ESTE MALDITO CELULAR.
Jaime Hernández G.
Se dice
y se repite
y vuelven a decir
¡Hay que votar!
Es lo más normal.
Es lo único que podemos hacer,
¡Lo mejor!
¡Lo más, más!
Culebrita, culebrita
¡nos meten el dedo en la boquita!
Mienten y remienten
y vuelven a mentir.
Nada va a cambiar
sólo los odios
entre nosotros mismos
van a trasmutar,
¡nada más!
La dictadura disfrazada
cuatro años vuelve a castigar
llegue quien llegue
el libreto americano siempre está
y los personajes principales
en el casting escogidos van.
Los de abajo
siempre aparecerán en la película
como delincuentes, asesinos,
prostitutas, ladrones, terroristas,
ciudadanos de segunda y demás
que sólo sirven para votar.
Por eso grito fuerte:
¡Abajo la farsa electoral
¡Arriba la lucha popular!
SMM
22 de mayo 2018
(fragmento)
Leon de Greiff
Después de tantas y de tan pequeñas
cosas, —busca el espíritu mejores aires,
mejores aires.
Toda aquésa gentuza verborrágica
—trujamanes de feria, gansos del capitolio,
engibacaires, abderitanos, macuqueros,
casta inferior elocuenciada de impotencia—,
toda aquésa gentuza verborrágica
me causa hastío bascas me suscita,
gelasmo me ocasiona:
mejores aires,
—busca, busca el espíritu mejores aires—
[...]
lejos de la algaraza citadina, lejos del vocerío
de aquestos pajarotes que alborotan y aturden
y se roban el grano...
Lejos de las pachecas inflaciones,
lejos de consagradas estantiguas,
lejos, lejos de «edos y de equinos»
y lejos de apostólicos farsantes, de farsantes
al uso y de las cándidas sub-mentes bazofiales
[...]
Busca, busca el espíritu mejores aires.
Y hace ya mucho que pasó —y llorando—
la theoría de las suplicantes:
la cerviz hacia el suelo en oblaciones
renunciativas.
Nunca fui de aquésa
turba quejosa, de ésas horras huestes:
[...]
Busca, busca el espíritu mejores aires,
mejores aires.
[...]
Y abur! Y abur! Abur! engibacaires,
gansos del capitolio, abderitanos,
caimacanes, gallofos, soplapitos,
trujamanes de feria, macuqueros,
casta inferior desglandulada...
Guillermo Aguirre y Fierro, 1926
El león falleció ¡triste desgracia!
Y van, con la más pura democracia,
a nombrar nuevo rey los animales.
Las propagandas hubo electorales,
prometieron la mar los oradores,
y aquí tenéis algunos electores:
Aunque parézcales a ustedes bobo,
las ovejas votaron por el lobo;
como son unos buenos corazones,
por el gato votaron los ratones;
a pesar de su fama de ladinas,
por la zorra votaron las gallinas.
La paloma inocente,
inocente votó por la serpiente;
las moscas, nada hurañas,
querían que reinaran las arañas;
el sapo ansía, y la rana sueña
con el feliz reinar de la cigüeña.
Con un gusano topo
que a votar se encamina por el topo;
el topo no se queja,
mas da su voto por la comadreja;
los peces, que sucumben por su boca,
eligieron gustosos a la foca;
el caballo y el perro, no os asombre,
votaron por el hombre.
Y con dolor profundo
por no poder encaminarse al trote,
arrastrábase un asno moribundo
a dar su voto por el zopilote.
Caro lector que inconsecuencias notas,
dime: ¿No haces lo mismo cuando votas?
Guillermo Aguirre y Fierro, poeta mexicano (1887, San Luis Potosí - Ciudad de México, 1949).
Su obra más famosa es Brindis del bohemio.
Primero se murieron los peces, pero no me importó porque yo no era pez.
Luego se murieron los pájaros, pero tampoco me importó porque yo no era pájaro.
Enseguida se murieron los árboles, pero como no era árbol tampoco me importó.
Después empezó a morir la gente, pero como no eran familiares míos guardé silencio.
Ahora el que muero soy yo… ¡pero ya es tarde!
Inspirado en el libro “La primavera silenciosa” de Rachel Carson y en una noticia
sobre el río más contaminado de México.